Matthew Vaughn, el director de éxitos como Kingsman, Kick-Ass y X-Men: First Class, nos presenta su nueva película de espías, Argylle, basada en la novela homónima de Ellie Conway. La película cuenta con un reparto de lujo, encabezado por Henry Cavill, Sam Rockwell, Bryce Dallas Howard, Bryan Cranston, Catherine O’Hara, John Cena, Samuel L. Jackson y Dua Lipa, que debuta como actriz y también pone la banda sonora. Sin embargo, a pesar de estos atractivos, Argylle resulta ser una película aburrida, predecible y carente de originalidad.
La trama gira en torno a Elly Conway (Dallas Howard), una escritora de novelas de espionaje que vive recluida en su casa con su gato Alfie. Un día, descubre que sus historias son más reales de lo que pensaba, y que está involucrada en una conspiración internacional que la pone en el punto de mira de una organización criminal. Para escapar, tendrá que confiar en Aidan (Rockwell), un espía que dice ser su protector, y en Argylle (Cavill), el protagonista de sus novelas, que resulta ser un agente real.
La película pretende ser una mezcla de acción, humor, romance y fantasía, pero no consigue ninguno de estos objetivos. La acción es escasa y poco espectacular, el humor es forzado y repetitivo, el romance es inverosímil y sin química, y la fantasía es absurda y sin sentido. Los personajes son planos y estereotipados, y los actores no logran darles vida ni carisma. La única que se salva es Dua Lipa, que interpreta a la villana Lagrange, una asesina sexy y despiadada que le pone algo de chispa a la película.
La película también falla en su guion, que está lleno de agujeros, inconsistencias y clichés. La historia no tiene coherencia ni lógica, y se basa en coincidencias y casualidades. El ritmo es irregular y aburrido, y la duración de casi dos horas y media se hace eterna. La película tampoco aprovecha el potencial de su premisa.
Que podría haber dado lugar a una parodia o una sátira del género de espías,
pero que se queda en una copia sin gracia de otras películas mejores.
En definitiva, Argylle es una película que decepciona y que no está a la altura de las expectativas que genera su director y su reparto. Es una película que no aporta nada nuevo al género de espías, y que se olvida tan pronto como se termina de ver. No la recomiendo, salvo que seas un fan incondicional de alguno de sus actores o de Dua Lipa.
